La historia de Libeco comienza en 1858 en Flandes. Ahora dirigida por la quinta generación de la familia Libeerl, Libeco representa todo lo que nos gusta: tejidos de 100% lino belga con los que podemos vestir casi cualquier habitación de la casa, tesoros orgánicos, ecológicos y sostenibles.
Una marca que nos enamora por su gran calidad y colores que nos inspiran para ralentizar y disfrutar de la vida.